(Profesora Sandra Sánchez)
Una fecha tan importante y representativa para México como lo es Día de Muertos se mezcla un poco más cada año con su rival norteamericano: Halloween. Este encuentro de fiestas ha generado, con el paso del tiempo, un poco de confusión sobre dichas celebraciones entre la población ajena a la comunidad mexicana, pues los mexicanos hemos incorporado ciertos matices de Halloween y viceversa.
El presente artículo no pretende ensalzar una celebración sobre otra, pero sí comprender ambas desde un enfoque social.
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El origen
Por años, las celebraciones cristianas más populares acerca de la muerte han generado polémica entre aquellos que las tachan de ocultistas, espiritistas y adoradoras del demonio. Lo cierto es que han dejado huellas culturales destacables en quienes apenas están aprendiendo sobre la cultura de México y la de Estados Unidos.
Halloween, también conocido como All Hallows Eve, All Hallowtide y All Saints Eve, nació de una celebración llamada Samhain, la cual festejaba la llegada del invierno; sin embargo, la fecha en que se llevaba a cabo fue creando el concepto de que aquella época oscura volvía frágil la frontera entre el mundo humano y el inframundo. Así, la gente comenzó a adoptar la tradición de disfrazarse para ahuyentar a los malos espíritus.
Por otro lado, el Día de Muertos se remonta a la época indígena y prehispánica, en la que el culto a la muerte era sumamente común y en la que al inframundo o más allá se le conocía como Mictlán, palabra nahua que significa ‘infierno o lugar de muertos’, un lugar adonde iban a parar las almas de los difuntos, por cuatro años, mientras atravesaban hacia el otro lado. Se solía colocar flores de cempasúchil, velas y comida, entre otros objetos, para guiar a los espíritus de vuelta. Como era de esperarse, esta fiesta adquirió tintes europeos en cuanto se consumó la conquista.
El papel del cine
Uno de los grandes responsables de que Halloween se celebre en tierras mexicanas ha sido el séptimo arte. En la década de 1980, esta industria, que por años ha investigado la cultura de cada país, comenzó a proyectar su propia celebración en la pantalla grande con efectos visuales nunca antes vistos. El realismo y la creatividad que le imprimieron a esas proyecciones deslumbró a la población de todo el mundo. Fue así como, poco a poco, los mexicanos comenzamos a relacionar Halloween con Día de Muertos.
Juntos, pero no revueltos
El simple hecho de ser naciones vecinas y compartir una trayectoria histórico-cultural tan extensa como sus territorios hace casi imposible que no estemos interconectados en todos los sentidos.
Nos hemos adaptado a convivir estrechamente con nuestros vecinos del norte, lo cual, inevitablemente, ha llevado a la mezcla de tradiciones. El norte del país, por obvias razones, es donde más se han hecho hecho presentes estas apropiaciones culturales, pues no solo se suele celebrar Halloween, sino también otras festividades, como Thanksgiving,Easter e incluso Independence Day.
En Estados Unidos, “trick or treat” es la frase usada por los niños para pedir dulces de casa en casa cada víspera de Halloween, mientras que en Mexico el término empleado es “¿me da para mi calaverita?”.
Otra similitud entre estas fiestas son los personajes de los cuales se disfrazan los niños, muchos de ellos fruto del folclor y otros tantos de la mera ficción, tales como Drácula, las brujas, los espantapájaros, Freddie Kruger, Scream, Yu-on, The Ring (personajes que también son producto de la apropiación cultural, pues son personajes creados en Japón); no obstante, México tiene sus personajes característicos: el Charro Negro, el Chupacabras, la Llorona, los duendes, etcétera.
Esta cultural appropriation es común para un país como Estados Unidos, debido a que una enorme parte del cine se produce ahí; como se comentó antes, las producciones conematográficas hacen sus propias investigaciones culturales para determinar elementos y crear material a su modo. Y México no se salvó de dicho fenómeno, pues en 2017 los estudios de Walt Disney presentaron el largometraje Coco, el cual se basó enteramente en Día de Muertos y, como era de esperarse, se intentó apropiar de la festividad; sin embargo, al ser considerada patrimonio intangible de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por su significado en inglés), rápidamente desistieron.
No se puede considerar a una fiesta más importante que la otra, ambas tienen su peso cultural en cada país. Si bien el alcance que tiene Estados Unidos mediante el cine hace que sea Halloween la festividad más popular, los mexicanos sabemos que no hay tradición más bella que Día de Muertos, además de ser considerada patrimonio de la humanidad.
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